lunes, 2 de febrero de 2015

Copiad Malditos. Licencias Copyright y Copyleft.


A día de hoy, la piratería es uno de los temas más discutidos y que más quebraderos de cabeza está generando. Se están produciendo reformas de leyes, cerrando páginas webs y hasta encarcelando a sus responsables. Internet llegó y lo revolucionó todo. Bajo mi punto de vista, es normal que no estuviésemos preparados para todo lo que trajo consigo, pero por eso mismo debemos evolucionar y buscar un nuevo camino.


¿Qué es un licencia y qué tipos de licencias existen?
La licencia es el conjunto de condiciones bajo las cuales el autor decide que su obra sea usada. Existen tres tipos de licencia:
  1. Copyright: Solo el autor de la obra puede utilizarla por derecho Si alguien quiere utilizarla debe pagar y pedir permiso a su autor, aún así nunca podría redistribuir la obra. Es la más restrictiva y común. Las obras sin ningún tipo de licencia vienen por defecto con Copyright.
  2. Copyleft: Las obras bajo esta licencia pueden ser distribuidas, modificadas, copiadas o incluso hacer un uso comercial de las mismas si el autor lo desea. Muy influenciada por las ideas de Richard Stallman.
  3. Creative Commons: Muy similar a copyleft, la diferencia es la protección que eliges dar a la información. Creative Commons ofrece distintos tipos de licencias, gracias a su página web es muy fácil e intuitivo licenciar tus publicaciones.



La licencia copyright creo que está obsoleta y poco adaptada a los tiempos que corren a día de hoy. Sin embargo, con esto no quiero decir que me parezca el modelo definitivo lo que las licencias Creative Commons y Copyleft ofrecen, pero sí mucho más encaminado a lo que demanda la sociedad. Es un tema muy abierto a debate, y todavía sin una solución que contente a las partes implicadas. El modelo Copyright, sigue predominando y favorece a aquellos que más poder económico tienen. Quizás poco a poco, se implante otro modelo de negocio y una nueva mentalidad, o quizás estas licencias sigan evolucionando tratando de encontrar un punto intermedio. Lo que está claro es que organizaciones como la SGAE, con un modelo antiguado, elitista y que solo beneficia a los que más venden, no ayudan en este proceso, que considero necesario. 

Porque, ¿la cultura (libros, textos, música, cine...) debe ser gratis y libre? Tampoco me parece que sea la solución. Los artistas que son quienes nutren a la sociedad con su trabajo es lógico que quieran cobrar por ello. El asunto radica en el modelo de negocio que venía prevaleciendo todos estos días, que ya no sirve, y que tiene que cambiar. Por ejemplo: no creo que el soporte físico, con los gastos de producción y distribución que conlleva pueda competir con los contenidos digitales, sean reproducidos vía streaming (Spotify, Netflix...) o de cualquier otra forma. En cualquier caso, son simples conjeturas, el tiempo dirá hacia donde vamos.

8 comentarios:

  1. El mundo está cambiando, eso es obvio, pero parece que no es tan obvio para aquellos que pretenden seguir implantando licencias pasadas en el presente.

    No creo que la cultura tenga que ser gratis y libre, pero bien es cierto que los precios que se pagan por ella son tremendamente abusivos, al menos en nuestro país. Por ejemplo, una temporada de una serie cualquiera cuesta unos 30€. Imagínate comprar todas las temporadas de una serie de 9 temporadas por ejemplo. Es algo que no está al alcance de cualquiera. O por ejemplo, el precio de los libros, que incluso en eBook cuestan la mitad de lo que vale un libro en papel, lo que rondaría los 7 euros. Abusivo teniendo en cuenta que es digital.

    En Estados Unidos, como bien has nombrado, cuentan con Netflix, y creo que es una solución bastante buena para que la gente disfrute de contenidos culturales por poco dinero. Sin embargo en España las plataformas que tenemos similares tienen un precio mucho más desorbitado. Dado esto me parece lógico que la gente descargue contenidos culturales ilegalmente. Hay veces que es hasta positivo. Quizá si los creadores de productos culturales publicasen una pequeña parte del contenido de forma gratuita atraerían más compradores, pero la gente es desconfiada y por ello no compra un disco de un artista que no sabe si le gustará. Para que la gente compre discos tiene que haber promoción, firmas de discos, conciertos, y sin eso el éxito no les va a caer de los árboles.

    Por ejemplo, el grupo estadounidense Fall Out Boy publicó su nuevo disco entero en vevo además de otras plataformas de pago y en físico. Con la publicidad gana dinero, y además sabe que sus fans van a comprar el disco, y que si hacen una firma de discos, en las que el disco es indispensable, lo comprarán también. Quizá los artistas deberían pensar más en este tipo de cosas que en vez de ser una desventaja quizá les proporcionen una ventaja.

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  2. La cultura como tal, no debería ser de pago. Estoy de acuerdo en considerar que artistas, cantantes, escritores, etc, tienen que vivir de algo, pero no a precios tan desorbitados. Estamos poniendo precio (y un precio muy alto, por cierto) a algo tan elemental y cotidiano como puede ser escuchar una canción de tu grupo favorito.
    Si bien es cierto que la tecnología ha supuesto un cambio en nuestro día a día y que supuestamente nuestro mundo va a mejor gracias a estos avances, cabe preguntarse por qué en particular nuestro país se encuentra tan atrasado en estos temas; porque es, menos para unos pocos que pueden permitirselo, algo completamente injusto.

    Pero la piratería en Internet no siempre la tenemos que ver como algo negativo para los autores; como María Jesús, pienso que en muchas ocasiones las descargas ilegales benefician y mucho a sus propietarios, ya que, por ejemplo si una persona decide descargar una película ilegalmente, y le gusta, probablemente querrá ir al cine a disfrutar de la segunda parte. O lo mismo ocurre con los libros. Pueden existir mil formas de descargarlo ilegalmente, pero muchas personas preferimos un libro en formato físico, aunque eso suponga pagar más dinero.

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    1. Pero fijate en una cosa. No se pone el precio a escuchar la canción, sino al coste de la producción de la misma. Cada tema, sea del artista que sea requiere unos gastos, muchísimo mayores a lo que pagamos nosotros por escucharla. Los programas de edición de audio (los mejores van de 400 euros para arriba), el coste de desplazamiento hasta el estudio, micrófonos... también son gastos que muchas veces no tenemos en cuenta, y si todos nos diésemos cuenta de lo que cuesta producir una canción hoy en día, compraríamos muchísima más música y descargaríamos mucha menos.

      De hecho, esa es una de las razones por las que yo compro prácticamente toda la música que me gusta por iTunes.

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  3. Estoy de acuerdo en que un cantante o compositor tenga que ganarse la vida. Pero como tantas veces se ha dicho en clase, no es justo que cobres toda una vida por un trabajo que hiciste hace años. Y en eso se fundamenta, por ejemplo, la mentalidad de la SGAE. Sin embargo existe Internet para su desgracia, y la lucha contra la piratería me parece una batalla perdida.

    No he pagado por tener en mi móvil ninguna de las canciones que están ahora mismo en mi lista de reproducción. Y sin embargo, sí pagaría por ir a un concierto de la mayoría de los cantantes y grupos que están en ella. Con esto quiero decir que los grupos que escucho no merecen morirse de hambre, pero tampoco cobrarme 15 euros por un trozo de plástico con 10 intangibles y maravillosas (o no tanto) canciones.

    Veo muchas películas en internet y es cuando las termino cuando soy capaz de decir si hubiese pagado o no por ellas. Aún sin ir mucho, he salido demasiadas veces del cine pensando que he perdido mi tiempo y mi dinero, y yo que sé, al menos en casa lo del dinero me lo ahorro. Así que las veo en internet, sin pagar un duro, como la mayoría del mundo y sí, es ilegal. Pero a mi parecer el problema no está en el hecho de que delinquimos un gran porcentaje de la población, si no en el hecho de que esto sea delito.

    Estoy dispuesta a pagar por cine, incluso por verlo desde casa. Pero me niego a gastarme 10€ (contando con que no compres algo para picar) cada vez que decida ir a ver una película que ni siquiera sé si me gustará. Contando con mi reducido presupuesto, y teniendo en cuenta que no podría invertir todo ello en cine, podría ir a ver una película de estreno... ¿una vez cada dos meses? Desde luego suelo querer ver más películas.

    No propongo una solución porque no la tengo, pero lo que está claro es que el mundo está cambiando. Internet es una plataforma de expansión muy difícil de frenar, y la población ha dejado claro que sí quiere acceder a la cultura del cine y de la música, pero no pagando una fortuna. Así pues, ambas industrias deberían cambiar su forma de hacer negocio y adaptarse al cambio que está teniendo lugar.

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  4. Estoy de acuerdo con lo que ha dicho Maria Jesus en cuanto al precio de las series y películas. Pero en este caso creo que no influye solo los derechos de autor sino también el gran incremento que supone el IVA cultural. Entiendo que los artistas tengan que obtener beneficios de lo que crean porque es su trabajo el que se expone, al igual que a un carpintero no le gustaría que no le pagaran la mano de obra. Por tanto, no creo que los precios tan altas por artículos culturales sean 100% culpa de los derechos de autor.

    Por otro lado, el tipo de licencia copyright sí que creo que está obsoleta o al menos es demasiado rígida. No acepta modificaciones ni su divulgación cuando se podría mejorar los aspectos de ciertos productos de forma comunitaria. También me parece exagerado que el empleo de algunos productos para usos educativos también sean de pago, como pueden ser aplicaciones como Photoshop, AutoCad, etc. Sí que existen licencias para estudiantes que reducen el precio pero aún así pienso que para un estudiante que tenga que emplear estos programas para hacer trabajos y demás tareas resulta un plus añadido a sus gastos académicos, ya de por sí bastante caros.

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  5. Yo no estoy de acuerdo con la opinión de cultura gratis. Me parece injusto e incluso hipócrita pretender no querer pagar por algo que a la vez consideramos tan necesario y cotidiano. Estoy de acuerdo con el tema de los precios desorbitados y en contra de los altos impuestos que se le aplica a este sector. Es un tema muy abierto a debate y muy matizable dependiendo el ámbito cultural del que estemos hablando.

    Me centraré en el tema de la música pues lo conozco bastante. El equipo (amplificadores, cables, etc...) cuesta dinero, los instrumentos cuestan dinero, el estudio cuesta dinero, el local de ensayo en muchas ocasiones cuesta dinero. Todo el esfuerzo que supone crear un tema musical, las horas que hay detrás, el trabajo... Normalmente todo esto no se valora, incluso se desconoce. Los grandes nombres pueden vivir solo de conciertos, pero la realidad es que los grupos de música modestos (que son la gran mayoría) en el mejor de los casos ganan 4 duros tocando. La música no puede ser su única fuente de ingresos, porque no da muchas veces ni para cubrir gastos. Es triste pero es la realidad, y por amor al arte no se vive. La parte buena es que la gente que se dedica a esto, suelen ser personas que aman lo que hacen y se lo toman como un hobby (que no es barato).

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    1. Y también lo que comenté arriba. Los programas de producción de música (no se si conocerás Logic Pro en MAC o Pro Tools en Windows) van de los 200 euros para arriba.

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  6. Estoy totalmente de acuerdo con Cristian Ruiz, no me parece correcto la idea de "cultura gratis", pero tampoco apoyo en absoluto que una película te cueste un pastizal sin saber si te va a gustar.
    El problema es de la sociedad en sí, NO QUEREMOS PAGAR POR NADA, LO QUEREMOS TODO GRATIS. Estamos mal acostumbrados, y si no nos enseñan desde pequeños que hay que pagar por el trabajo de los demás, no habrá nunca una solución. Yo creo que aunque bajen los precios a cuatro o tres euros una película, seguiremos sin pagar porque "para qué si también la hay gratis." Hay que comenzar a enseñar a las nuevas generaciones la necesidad de el arte, de la cultura..porque como bien ha dicho Cristian "¡por amor al arte no se vive!"

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